lunes, 22 de abril de 2013

Protege tu piel del sol


Lo hemos oído mil veces: para reducir el riesgo de contraer cáncer de piel, debemos usar un filtro solar todos los días del verano. Sin embargo, según una encuesta de Consumer Reports, casi un tercio de las personas no lo usa, a menudo porque detestan que les entre en los ojos o porque les parece muy caro.

Otras personas se confunden con tantos ingredientes, números de factor de protección solar (FPS) y atributos (a prueba de agua, extrasuave, a prueba de sudor, etc.). No se complique. Esta guía es todo lo que necesita:

No compre un filtro con FPS muy alto. A menos que haya tenido cáncer de piel u otra enfermedad cutánea, un filtro con FPS de 30 (o 50, si tiene la piel muy blanca) está bien. Uno con FPS más alto suele ser más costoso, pero la protección que proporciona no es suficiente para justificar el costo adicional.



Compre protección “de amplio espectro”. Esto significa elegir un filtro que bloquee la radiación ultravioleta B, que causa quemaduras, y la radiación ultravioleta A, la cual no quema pero penetra más profundamente en la piel. Ambos tipos de radiación envejecen la piel y aumentan el riesgo de contraer cáncer.

Elija un filtro para toda la familia. Casi todos los niños pueden usar su filtro solar sin problemas, afirma Lisa Garner, dermatóloga estadounidense.

Si es de piel sensible, use un filtro con base mineral. Más que absorber los rayos, estos filtros los bloquean físicamente, y es menos probable que le provoquen picazón o una reacción alérgica; busque dióxido de titanio u óxido de cinc en la etiqueta. Los filtros sin parabenos también son más suaves para la piel.

Si pasa muchas horas en el agua o al aire libre, use un filtro muy resistente al agua. Y si suele entrarle en los ojos al sudar, elija una barra a base de cera, dice Robert Friedman, profesor de dermatología de la Universidad de Nueva York.

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