A nadie se nos escapa a día de hoy que la piel masculina es diferente de la piel femenina y por ello los cuidados de la piel son diferentes en hombres y en mujeres. ¿Sabías que la piel de un hombre es hasta un 25% más gruesa que la de una mujer?, esto hace que debamos prestar atención a cosas diferentes en los cuidados para la piel masculina y femenina.
La piel masculina produce una cantidad de grasa mucho mayor que la de una mujer debido principalmente a aspectos hormonales y por ello se producen gran cantidad de brillos en la zona facial. Debido a esta razón deberemos estar muy atentos a la limpieza, eligiendo muy bien los productos que nos aplicamos y evitando en lo posible los jabones agresivos.
La mejor elección sería un buen gel limpiador para que nos libere del exceso de sebo y a la vez mantenga la piel hidratada.
La hidratación de la piel es uno de los factores más importantes para su cuidado.
El afeitado es una rutina masculina que afecta muy negativamente a nuestro cutis resecandolo en exceso. Para evitar muchos problemas derivados del afeitado procuraremos preparar muy bien nuestro rostro con productos cosméticos especiales para el afeitado y lo haremos después de la ducha ya que será menos abrasivo. Lavarte la cara con agua fría después te ayudara a cerrar los poros. Por supuesto, los after shave son totalmente recomendables para el cuidado y la hidratación, pero deberemos elegirlos con cuidado, evitando aquellos que puedan nutrir en exceso la piel si tenemos exceso de sebo.
El exceso de sebo es mucho más común en hombres que en mujeres. Para eliminarlo recurriremos a purificar nuestra piel reequilibrando su PH. El método de conseguirlo pasa inevitablemente por aplicarnos productos cosméticos como exfoliantes. Existen en el mercado cosméticos indicados específicamente para regular el sebo que nos pueden ayudar mucho para esto y para combatir el temido acné.
El acné es muy común en hombres de temprana edad y es ocasionado principalmente por una de las características de la piel masculina más evidentes, el exceso de grasa. En el mercado existen una infinidad de productos y tratamientos que pueden contribuir a su eliminación en periodos cortos de tiempo. No obstante nosotros recomendamos una visita al dermatólogo para que analice la fuente del problema y nos diga qué tipo de acné es el que estamos sufriendo.
En definitiva, y como siempre recomendamos, lo mejor para cuidar de nuestra piel pasa por una correcta alimentación, hidratación y limpieza.
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