lunes, 27 de mayo de 2013

Cuidados de la Piel durante las Vacaciones de Verano - Consideraciones Generales.



Introducción.
Necesario para la vida, el sol en exceso puede ser profundamente dañino para la salud a largo plazo. Desde la web salud.com entrevistaron al dermatólogo Emilio Carranza sobre las precauciones más importantes a tomar durante la candente temporada.
¿Por qué es peligroso abusar del sol?
Permanecer mucho tiempo bajo el sol y sin ningún tipo de protección puede causar erisipela e, incluso, quemaduras de segundo grado. Pero el peligro mayor se manifiesta a largo plazo: envejecimiento precoz, aparición de manchas oscuras y lo más grave: el melanoma, el cáncer de piel más maligno.
¿Qué tipo de pieles son las más delicadas?
Las más claras y las pelirrojas porque no contienen cantidades suficientes de melanina. La melanina es un pigmento oscuro que nos protege de los rayos ultravioleta y se encuentra en grandes cantidades en las personas mestizas y de color. Las personas muy blancas la tienen en pequeñas proporciones, razón por la que se queman con facilidad (tienen grandes eritemas) pero no se broncean. Las pieles blancas son más proclives a las pecas, a las arrugas (fotoenvejecimiento) y al cáncer de piel si no se protegen debidamente. Las personas que corresponden a este grupo deben usar como mínimo un protector solar factor 30 cuando van a la playa, y 15 durante el resto del año.
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¿Los niños y jóvenes menores de 18 son más sensibles al sol?
Definitivamente. Sus pieles son más delgadas y contienen menos grasa, lo que las vuelve más vulnerables a la radiación solar. Según muestran las estadísticas, las quemaduras y ampollas sufridas a edades tempranas pueden degenerar en cáncer de piel a largo plazo. No es recomendable que un bebé menor de seis meses acuda a la playa ni que use protector solar porque su piel no tiene la capacidad para absorber adecuadamente este producto y puede causarle irritación.
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¿Los rayos ultravioleta pueden originar alergias en la piel?
Sí. Durante la temporada de verano aumentan los casos de dermatitis (erupciones polimorfas solares o lumínicas). Éstas son una clase de reacción alérgica a la piel como las que se producen al contacto con sustancias irritantes como detergentes o cosméticos. Aparecen en las zonas descubiertas, especialmente en los pómulos, nariz, frente o antebrazos. Se presenta tanto en la piel blanca como oscura. El uso del protector es la mejor forma de prevenirla.
¿Qué tipo de protector recomienda?
En general se sugiere un factor de protección quince y con defensa anti UVB y anti UBA. La radiación ultravioleta tiene ondas de distintos tamaños, similares a las de radio. La UVB es de onda media y la UBA es de onda larga. Ambas son dañinas: la primera penetra superficialmente, es responsable del color bronceado de la piel y también es cancerígena. La UBA, en cambio, penetra más profundamente, tiene más efectos cancerígenos y no produce bronceado. Si la persona es muy blanca se recomienda un factor de protección 30.

¿Es posible disfrutar de la playa en verano y cuidar de la piel al mismo tiempo?

Es perfectamente posible.  Hay que tener ciertas conductas básicas para mantener saludable nuestra piel.
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¿Cuál es la diferencia entre quemarse y broncearse con el sol?

La quemadura solar genera inflamación, eritema (rojez) y dolor. Ocurre por exposiciones cortas e intensas al sol con una piel desprotegida.
El bronceado es la coloración marrón de la piel al exponerse al sol lenta y suavemente. Se debe a que los melanocitos (células de la piel que guardan el pigmento) generan más pigmento (melanina).
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¿Es peligroso broncearse?

No. Es normal y saludable broncearse. Siempre y cuando uno se exponga  al sol de manera “inteligente” y responsable, nunca quemándose ni bronceándose en exceso.

¿Es peligroso “quemarse” con el sol?

Si. Las quemaduras solares están claramente asociadas a la aparición de cánceres de piel, entre ellos el melanoma, cáncer altamente peligroso.
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¿Es peligroso broncearse en exceso?

Si. Las personas que se broncean demasiado y con excesiva frecuencia, son más susceptibles a los cánceres de piel, manchas y arrugas.
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¿Cuáles son los tipos de radiaciones solares?

Los principales tipos de radiaciones solares son la luz visible, la luz infrarroja y la luz ultravioleta.  Es esta última la que genera más daños en la piel.

¿Qué diferencia hay entre la luz UVA y UVB? ¿Qué daño producen en la piel?

Ambas son luces ultravioleta, pero con diferentes amplitudes de onda.
La luz UVA penetra más profundamente la piel, hasta el colágeno de la dermis, por lo que es la principal responsable de las arrugas debidas al sol.
La luz UVB, en cambio, penetra más superficialmente, actuando en la epidermis, con lo que daña sus células pudiendo transformarlas en células malignas. Es decir, la UVB es la luz más involucrada en los cánceres de piel.
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¿Cómo protejo mi piel de los rayos ultravioleta?

-Usando filtro solar spf 30 o mayor, replicándolo cada 2 horas en caso de exposición sostenida, y después de bañarse.
-Evitar la exposición solar directa excesiva, principalmente entre las 11 y 16 hrs.
-No ponerse a “broncear” recostándose al sol directo  (aún usando filtro solar).
-Protegerse con quitasol en la playa. Preferentemente grueso y oscuro.
-Usar sombrero para proteger el rostro.
-Usar anteojos con filtro UV para proteger los ojos.
-Usar ropa de trama densa. Evitar que sea de algodón (es más fácil penetrada por la luz UV). Idealmente usar ropa con filtro UV.
-Evitar exponerse al sol con la piel mojada. El agua hace un efecto “lupa” que amplía la exposición a los rayos UV.
-Recordar que las radiaciones vienen no sólo del disco solar, sino también de los reflejos de la arena, el agua y las nubes

¿Cuándo está nublado es necesario protegerse del sol?

Por supuesto. Las nubes bloquearían sólo el 40% de la radiación UV. Además reflejan la luz que “rebota” en el suelo, nuevamente hacia abajo.  Es por esto que no hay que descuidarse en los días nublados (la famosa “resolana”). Es común que la gente tenga quemaduras solares en éstos días, pues no se protege por creer que no hay radiación UV.

¿Usando sólo filtro solar, estoy completamente protegido?

No. El filtro solar no protege completamente, es necesario efectuar  el resto de las medidas de protección ya señaladas.
Cuidados de la piel después de las vacaciones.
Tras las vacaciones estivales, por efecto fundamentalmente del sol y también por el cloro de las piscinas, la piel de la cara y del cuerpo se encuentra más deshidratada. Por ello, precisa unos cuidados y recomendaciones especiales que quedarían resumidos en el siguiente decálogo:
1 La higiene debe ser suave, mediante el empleo de syndets o geles sin jabón que no eliminen el manto ácido de la piel.
2 Se pueden emplear exfoliantes corporales suaves las primeras semanas tras la vuelta de vacaciones, para mejorar así la penetración de las cremas hidratantes.
3 Se deben emplear cremas hidratantes corporales, a aplicar mediante ligeros masajes sobre la piel ligeramente húmeda, tras una ducha corta con agua templada. Las piernas y los pies porque son las zonas que más se resecan, por lo que habrá que insistir más en la hidratación diaria de estas zonas corporales.
Los productos específicos de tratamiento para después del sol o “aftersun” siguen siendo útiles, especialmente los del cuerpo y pelo. La finalidad de los productos aftersun es la hidratación, regeneración y aumento de la duración del bronceado. ¿Cómo mantienen el bronceado? Básicamente, evitando la descamación de la piel y regenerándola.
Un buen producto aftersun debería contener ingredientes calmantes, antiinflamatorios, hidratantes y regeneradores, entre los que se incluyen dexpantenol, alantoína, glicerina, extracto de mimosa, caléndula, bisabolol y el famoso aloe vera. Numerosas cremas hidratantes contienen los ingredientes mencionados, por lo que podrían utilizarse para hidratar la piel después del verano, aunque su etiquetado no especifique son para después del sol.
No es conveniente utilizar productos con mentol, por el riesgo de dermatitis de contacto y su uso está contraindicado en niños.
4 Se deben emplear cremas y mascarillas hidratantes faciales cuyo excipiente esté adecuado a nuestro tipo de piel, siendo conveniente el empleo de serum por la noche por su mayor concentración de principios activos. La vitamina C tópica por sus propiedades antioxidantes y efecto hidratante e iluminador es una buena elección como crema de cara.
5 El contorno de ojos se debe cuidar con cremas o geles adaptados a esta zona más sensible de la piel.
6 Puede haber un empeoramiento del acné tras el verano, por lo que se debe acudir al dermatólogo en cuanto se inicien las lesiones, para que paute el tratamiento más correcto.
En general, tanto los que padecen acné como los propios dermatólogos tenemos la impresión de que el acné leve o moderado mejora durante el verano. Sin embargo, hay casos en los que el acné empeora.
Según un estudio publicado en el International Journal of Dermatology de 1996, un tercio de los pacientes mejora, un tercio empora y un tercio no sabe.
Existe, incluso, un tipo de acné denominado estival o ‘acné Mallorca’ que brota en primavera y verano. Fue descrito porque aparecía en escandinavos después de haber estado en el sur de Europa; afecta sobre todo a mujeres y las lesiones se localizan en los hombros, brazos, cuello y tórax.
Se puede observar un empeoramiento del acné a la vuelta del verano, ya que tras el descanso y la exposición solar que tiende a ‘secar’, la piel puede haber un efecto rebote.
7 No se debe abandonar el uso de cremas fotoprotectoras faciales tras el verano, lo ideal sería el empleo de cremas o maquillajes (en mujeres) con factor de protección solar entre 30 y 50. La radiación ultravioleta, tanto A como B, continúa llegando y dañando nuestra piel expuesta fuera de la época estival.
Además el uso de fotoprotectores ayuda a la desaparición de las manchas solares y es preciso su uso junto a los tratamientos hipopigmentantes pautados por el dermatólogo. Tras el verano se incrementa el número de consultas por manchas solares. ¿Todas son iguales? No, existen varios tipos: las más frecuentes son el melasma y los léntigos solares.

El melasma deriva de la palabra griega ‘melas’, que significa negro y es la causa más frecuente de hipermelanosis simétrica adquirida. Consiste en unas manchas o parches de color marrón o marrón-grisáceo que aparecen en zonas expuestas al sol. Es más frecuente en hispanos y asiáticos, así como en personas de piel oscura o fototipos altos (IV a VI). Aparece sobre todo en países con una intensa radiación ultravioleta y España es un buen ejemplo.
Es mucho más frecuente en mujeres que en hombres, en una proporción de 9 a 1 y la media de edad en que aparece es alrededor de los 40 años. El ejemplo típico es el paño de las mujeres embarazadas o cloasma gravídico.
El melasma se diagnostica por la clínica y los dermatólogos distinguimos diferentes tipos de melasma según la localización de las manchas:
. Centrofacial (frente, nejillas, labio superior)
. Mandibular 
. Malar (Mejillas)
Según la localización del pigmento, hablamos de melasma epidérmico, dérmico o mixto. El melasma más frecuente es el centrofacial epidérmico, afortunadamente, porque el pigmento localizado en la epidermis es el que mejor responde al tratamiento.
Pero, ¿cuál es la causa de que aparezcan estas antiestéticas y persistentes manchas? En realidad es desconocida, aunque se considera la influencia de cuatro factores:
-Exposición ultravioleta: tanto al sol como a la luz solar, ¡cuidado con los aperitivos al sol los domingos!
-Predisposición genética: como siempre en medicina.
-Cambios hormonales: embarazo, anticonceptivos orales, alteraciones del tiroides...
-Cosméticos con perfumes.

¿Cuándo se suelen ir las manchas en los casos idiopáticos o de causa desconocida?
En general, suelen persistir durante años y aunque se eliminen con tratamiento, pueden volver a aparecer con nuevas exposiciones al sol. En las embarazadas, el paño se quita meses tras el parto y en el caso de los anticonceptivos hormonales pueden persistir meses después de la suspensión de los mismos.
8 Evitar rayos UVA para mantener bronceado, pues pueden producir envejecimiento prematuro de la piel y cáncer cutáneo. En todos los decálogos para prevención del cáncer prohíben el tabaco y las cabinas de bronceado.
Es preferible el uso de autobronceadores para tener “buen color”, pues constituyen una alternativa segura y eficaz siempre que se combinen con fotoprotectores tópicos.

¿Cuál es el ingrediente activo en las denominadas cremas “sin sol”?

La dihidroxiacetona (DHA). Este ingrediente ha estado disponible durante muchos años, pero la capacidad para obtener DHA de gran pureza explica la plétora de productos autobronceadores disponibles actualmente en el mercado. Originalmente, la DHA producía un color anaranjado en la piel, pero ahora podemos conseguir un bronceado dorado más natural. La DHA es un polvo blanco cristalino que interacciona con los aminoácidos libres presentes en el sudor y la queratina, produciendo una sustancia marrón denominada melanoidina que crea el color marrón-anaranjado de los autobronceadores. Cuanta más queratina más color, por lo que las zonas de piel más gruesa (codos y rodillas) se pondrán más oscuras.
La mayoría de los productos comercializados contienen una concentración de DHA del 3 al 5%, con mayores concentraciones se produce un tono más intenso, pero el color más intenso no confiere mayor protección. De hecho, la protección solar que confiere la DHA es mínima, aproximadamente un factor de protección solar equivalente al 2 ó 3, requiriéndose el uso de fotoprotectores solares tras la aplicación del autobronceador si queremos estar debidamente protegidos. La incidencia de reacciones alérgicas por DHA es baja.

¿Cuáles son consejos para el uso correcto de los autobronceadores?

1. Exfoliar la piel antes de la aplicación, con el fin de eliminar piel seca vieja que podría absorber mucho color.
2. Secar bien la piel antes de la aplicación.
3. Extender una capa uniforme del producto
usando la palma de la mano, no las yemas de los dedos. Si no se aplica uniformemente el color queda muy irregular.
4. Utilizar menos crema autobronceadora en las zonas de piel más gruesa, como codos y rodillas.
5. Lavarse las manos inmediatamente después de la aplicación para evitar la tinción de la palma.
6. Esperar 2 horas antes de sudar o hacer ejercicio para evitar que se hagan rayas en el color.
7. Reaplicar la crema cada 3-5 días con el fin de mantener un color natural.
8. Vigilidar la fecha de caducidad. Hay un símbolo en los productos cosméticos llamado PAO o “periodo después de apertura” que consiste en un pequeño botecito con la tapa levantada e indica el número de meses que se puede utilizar una vez abierto el envase.
9. Nunca hay que olvidar aplicarse un fotoprotector después del autobronceador .
9 Esperar tiempo para eliminación del bronceado antes de láser de depilación, pues después del verano, es un buen momento para empezar el tratamiento con láser de depilación.
Algunas personas mantienen el moreno incluso 2-3 meses, por lo que finales de octubre o principios de noviembre es el mes idóneo para comenzar las sesiones. Si se aplica el láser sobre la piel morena, el riesgo de quemadura es alto porque actúa sobre la melanina del folículo piloso, y en la piel morena hay más pigmento en la epidermis (capa superficial de la piel) con lo cual actuaría como diana del tratamiento. El resultado serían quemaduras, inicialmente como costras y luego evolucionarían a manchas oscuras o claras...
10 Consultar sin demora al dermatólogo si hemos observado que algún lunar ha cambiado de color, forma o tamaño durante el verano. En verano es más habitual observar nuestra piel o la de nuestra familia o amigos, por lo que que no debemos demorar nuestra visita al dermatólogo si observamos cambios en los lunares. A veces estos cambios, inflamación o picor, pueden ser normales en los lunares durante el verano; pero en otras ocasiones indican que el lunar es un melanoma y en ese caso el diagnóstico temprano es importantísimo para la supervivencia.

¿Cuáles son los factores de riesgo para sufrir melanoma?:

- Multiples nevus, sobre todo más de 50.
- Lunares atipicos o de apariencia irregular. Tradicionalmente a estos nevus se les había denominado nevis displásicos, aunque ahora se prefiere la denominación de nevus clinicamente atipicos. Existe un sindrome del nevus atipico esporadico (un solo miembro en la familia) y otro familiar (varios miembros con multiples nevus y muchos de ellos atipicos)
- Historia familiar de melanoma
- Antecedentes personales de melanoma
- Quemaduras solares
- Fototipos I y II
Cualquier persona puede tener un melanoma, pero los factores anteriores aumentan el riesgo. Si se está en un grupo de riesgo, se debe acudir al dermatólogo para hacer un seguimiento adecuado. El dermatólogo explicará cómo se debe realizar el autoexamen de los lunares y con qué periodicidad; así como cada cuánto tiempo se debe acudir a la consulta.
El autoexamen por parte del paciente está aceptado internacionalmente y se ha demostrado en estudios epidemiológicos que disminuye la mortalidad por melanoma. Para realizarlo, es muy útil la regla ABCDE .

¿A qué corresponden las siglas A-B-CD- E?

A=ASIMETRIA
B=BORDES
C=COLOR
D=DIAMETRO
E=EVOLUCION
Ojo:
Los melanomas suelen ser asimétricos, de bordes irregulares, colores varios y habitualmente con un diámetro superior a 6 mm (el tamaño de la goma de borrar de un lápiz).
Folleto-piel-2.jpgFolleto-Piel.jpg
Resumen.
La constante exposición al sol puede disparar la presencia de lunares. Los lunares que tienen carácter de riesgo son los que cambian de color, aumentan de tamaño, tienen formas asimétricas y producen picazón. Se suela llamar hongo de playa a todo lo que sale después de ir a la playa o a la piscina, pero es un error. Tal término no existe según los dermatólogos.

Cuando nos exponemos excesivamente a los rayos del sol, al pasar el tiempo descubrimos la aparición de pequeñas manchas blancas difusas en cara, brazos y hombros. Es probable que las mismas ya existieran antes de la exposición al sol pero al recibir la luz solar la piel no afectada se broncea y la afectada no lo hace. En consecuencia se recomienda el uso diario de protector solar durante mucho tiempo, así como el uso de humectante por las noches.

Cuando caminamos descalzos en superficies húmedas corremos el riesgo de infectarnos con diversos tipos de hongos, ya que las personas al caminar descalzas pierden constantemente escamitas finísimas de la piel, y en caso de personas infectadas estas escamitas contienen esporas de hongos que pueden contagiar fácilmente a otras personas sanas.
Si nos encontramos de vacaciones en una zona de calor húmedo, es necesario tomar previsiones. No olvidemos que la piel es nuestra carta de presentación, para ello los dermatólogos hacen las siguientes recomendaciones: 

• Antes y después de vacaciones, una exfoliación suave y mucha hidratación para eliminar la piel muerta.
• Utilizar protector solar. Al menos factor 30 en adultos y buscar los factores más altos para los niños.
• Estar alerta a los medicamentos que se estén consumiendo porque pueden reaccionar con manchas en la piel bajo el sol.
• No olvidar los labios -usando barras protectoras- y los ojos, protegiéndolos con lentes y gorras.
• Recordar que, incluso bajo una sombrilla o dentro del agua, hay radiación, que igualmente se refleja en la arena.
• Las radiaciones son más peligrosas en zonas altas: hay mayor riesgo en una montaña que en la playa.
• Comer muchas frutas y vegetales, sobre todo que contengan betacaroteno como las zanahorias.
• No confiar en los días nublados. Incluso en estas ocasiones los rayos solares causan daño.
• Si se manipulan cítricos a la hora de preparar alimentos o bebidas, lavarse las manos inmediatamente con agua dulce.

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